Últimas lluvias dejaron en inestable situación estos inmuebles de más de un siglo de construcción y representan un verdadero peligro, tanto a los transeúntes como a quienes los cuidan y habitan
José Luis Paico Ypanaque
Periodista
LAMBAYEQUE. Luego de las últimas lluvias ocurridas en toda la zona norte, se ha visto como resultado el deterioro de los patrimonios culturales representativos en la ciudad de Chiclayo como casonas, iglesias y centros de enseñanza cultural en donde habitan, trabajan y rondan transeúntes, convirtiendo estos lugares en bombas de tiempo para desplomarse y causar desgracias a cualquier familia.
Sin embargo a pesar de las constantes advertencias y solicitudes de los dueños de estos centros históricos hacia la Municipalidad de Chiclayo y el Instituto Nacional de Cultura (INC) hacen caso omiso y solo callan ante el desastre y el deterioro de este problema.
Actualmente Chiclayo cuenta con más de 100 casonas con una antigüedad de aproximadamente 150 años, las cuales solo algunas han sido reconocidas como patrimonio histórico a pesar de haber sido hogar de personajes emblemáticos de Chiclayo.
Una de ellas es la casona de Elías Aguirre que se encuentra ubicada en la calle de su mismo nombre y donde actualmente funciona la Sociedad de Obreros de la Unión. Según María Magdalena Cabrejos, directora de esta institución, afirma que la casona ha sido deteriorada severamente durante las últimas lluvias poniendo en peligro a los inquilinos y trabajadores de esta institución.
Sin embargo se inició un proceso de mantenimiento y restauración en el techo, cableado y tuberías gastando un monto de más 15 mil soles que salieron del bolsillo de la propia institución.
Asimismo, la directora también afirma que ni la municipalidad de Chiclayo o el INC han dado un sol para el respectivo mantenimiento y restauración de la casona y que, peor aún, no permiten la remodelación a pesar de que se cae por pedazos y puede causar accidentes internos y externos hacia la población.
El mismo caso ocurre con la casona antigua de José Balta, la cual ha aguantado lluvias como la del 83, 98 y la de hace algunas semanas atrás y sobre todo la imprudencia de una conocida institución telefónica que dio pase al deterioro de una pared en plena calle principal de Elías Aguirre y Sáenz Peña, siendo una desgracia seguro a punto de ocurrir en cualquier momento.
Un trabajador de la misma casona, el cual tiene un estudio jurídico, afirma que durante su estadía en este lugar ha tenido que sacar el agua una y otra vez durante las lluvias y sobre todo vivir con el temor de que el techo les caiga encima en cualquier momento, muy aparte también dijo, que los pocos gastos de restauración corren a cuenta del dueño de la casona y de los trabajadores y a pesar de ser un centro histórico de Chiclayo el INC o la municipalidad no han dado ningún sol y no ponen ningún interés absoluto en darle importancia este lugar que puede colapsar en cualquier momento.
La misma situación se vive en la casona antigua donde funciona la institución Sociedad Japonesa de Asilo Mutuo que tiene por director al señor Jorge Matzuka, quien afirma que la institución ha sido afectada también por las últimas lluvias deteriorando el techo y generando gasto en restauración que han salido de ellos mismos sin apoyo del INC o de alguna otra institución.
Cerca de este lugar se encuentra el exlocal del colegio San Pedro (calle Vicente de la Vega), el cual ha sido derrumbado una gran parte debido al pésimo estado y sugerencia de Defensa Civil y por protección a los transeúntes y paraderos clandestinos que se generan alrededor de esta zona.
Jorge Matzuka afirma también que el INC no le brinda apoyo y no le permite hacer ningún cambio o derrumbarlo porque como el mismo dice de este lugar histórico ya no queda nada más que ruinas y mucho peligro que puede matar a transeúntes en cualquier momento.
Siguiendo el recorrido, en pleno parque de Chiclayo se encuentra la casona de la Sociedad de Amantes de las Artes que tiene más de 120 años de antigüedad y que se mantiene sostenida del techo al piso con parantes de madera. El director de este lugar afirma también que a pesar de las lluvias se mantiene con dinero del bolsillo de la misma institución y no del INC o de otro lugar, así mismo a pesar del deterioro mantiene las ganas de dar clases a su público joven y mantener la tradición e historia de este lugar.
Y para terminar el recorrido, como centro inhabitable se encuentran la capilla del hospital Las Mercedes y la Beneficencia de Chiclayo que han sido puestos como lugar inhabitable debido a que parte de estos lugares han colapsado por completo.
La capilla tuvo su colapso durante las lluvias, felizmente no dejó heridos, pero si un gran susto y un peligro frecuente en el hospital ya que aún no ha sido restaurado y según el director del hospital, John Alexander Jóo Salinas, afirma que el INC ni la municipalidad han dado ningún sol en el mantenimiento y la restauración de esta zona. También menciona que para él (Jóo Salinas) es preocupante ya que esto puede colapsar por completo y causar más desgracia.
Así mismo, la Beneficencia de Chiclayo el día 27 de febrero sufrió un colapso mientras cumplía una actividad de velatorio, causando dos víctimas con heridas leves, pero un susto a la población.
Entonces nos preguntamos ¿qué hace la municipalidad de Chiclayo y el INC ante estos hechos? y sobre todo ¿por qué no brinda un presupuesto? o si no lo tiene permitan que las mismas casonas modifiquen el lugar para su seguridad.
Ante estas preguntas y tras breves llamados de atención y reuniones para entrevistar y obtener una declaración por parte del director, hacen caso omiso y se niegan a hablar de este hecho.
Ahora nos preguntamos todos, ¿hasta cuándo seguiremos con esta situación?, ¿acaso tiene que morir alguien para que estas instituciones se movilicen?, solo queda esperar y ver como el patrimonio cultural tan representativo de Chiclayo se destruye poco a poco por la ignorancia de estos funcionarios y la falta de cultura y amor a nuestro querido Chiclayo.